Testimonios

Una de la tareas más gratificantes de nuestra labor es escuchar a las personas voluntarias sus relatos sobre la experiencia de voluntariado. ¡Seguro que tras leer estos testimonios te animas a participar!

Testimonio 01:

Me llamo Sarah Wagner. Soy una joven alemana de 19 años y llevo 7 meses como voluntaria europea en Autismo Burgos. Aquí, apoyo a los profesionales que trabajan con personascon autismo. Aunque antes nunca había trabajado con discapacitados, y entonces no sabía cómo podía ser, estoy gozando de mi trabajo desde el primer momento. « Mis chicos » y compañeros siempre me han aceptado como un miembro de su equipo y por su alegría y cordialidad les cogí cariño muy pronto. Me parece que el trabajo con ellos me ha enseñado una comprensión diferente del mundo y de los seres humanos, cuya importancia y valor probablemente solo conoceré en el futuro.

Después de conseguir mi bachillerato me apunté en el programa de Voluntario Europeo porque me pareció una posibilidad extraordinaria para ampliar mi horizonte, sumergirme en una cultura diferente (lo que implica aprender un nuevo idioma), y vivir experiencias que marcarán toda mi vida. Estoy disfrutando a fondo de mi tiempo y hasta ahora nunca me he arrepentido de haber venido aquí. Asumir los retos y obstáculos que hay que enfrentar como extranjero, a pesar de que te pueden desesperar en algunos momentos, te hace crecer como persona y experimentar un desarrollo personal. Así mismo estoy aprendiendo a aceptar otros puntos de vista y valores que sirven para superar prejuicios en mi propio país pero también en
el país de acogida.

He aprendido cosas que nunca se pueden estudiar en ninguna universidad del mundo y lo mejor es que nadie puede quitarme este conocimiento.

Testimonio 02:

¡Hola!

Mi nombre es Tõnis, tengo 27 años y vengo de Estonia. Y además soy voluntario. Desde hace nueve meses trabajo en Proyecto Hombre de Burgos, en la comunidad terapéutica.

Me gusta una expresión, que me parece adecuada para describir la razón por qué he decidido cambiar la rutina que tenía antes de empezar con este proyecto. Se llama la educación informal. ¿Y qué he aprendido?

La verdad es que cuando comenzaba no tenía mucha experiencia en el área de drogas y tenía mis prejuicios. Muy rápido aprendí a escuchar más y juzgar menos, ver las personas detrás del problema y apreciarles en su lucha.

Por una parte es importante ayudar a los demás. Por otra parte a través de hacerlo, he crecido mucho por dentro. Es cierto que ahora sé más quien soy y que quiero en la vida. Hay valores que no se puede medir con dinero. Por ejemplo la gratitud sencilla y sincera.

Poco a poco estoy aprendiendo expresarme en castellano y eso no me parece menos importante. Al final ser voluntario europeo significa intercambio. Así que soy capaz de presentar mi país, también entender más España con su cultura y ver como viven los españoles. Ya sé que no es verdad que ellos echan la siesta mas que trabajan ni la vida aquí no es solo una fiesta en la playa mezclada con flamenco y corrida de toros… por lo menos en Burgos.

Estoy muy contento con el tiempo que llevo en Proyecto Hombre y recomiendo a todos los jóvenes utilizar esta posibilidad e ir a otro ambiente y disfrutar un año de nuevas experiencias.

Testimonio 03